POR UNA REGIÓN EN PAZ: DESARROLLO HUMANO INTEGRAL Semana por la Paz 2010 Septiembre 5 al 12

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OBJETIVO GENERAL

Promover reflexiones y acciones entorno al Desarrollo Humano Integral y la Paz sostenible en el Oriente Antioqueño.

Objetivos específicos

• Generar espacios de reflexión sobre el significado del desarrollo humano integral para la región del Oriente Antioqueño.
• Reflexionar sobre las implicaciones de los Megaproyectos para Oriente Antioqueño desde el Desarrollo Humano Integral y la Paz Sostenible.
• Promover una agenda regional de paz propicie espacios de reflexión y acción sobre cultura de Paz y desarrollo humano integral

JUSTIFICACIÓN:

La Diócesis de Sonsón Rionegro a través de la Corporación Vida, Justicia y Paz del Oriente Antioqueño es la encargada, desde la Pastoral Social Diocesana de motivar la realización de la Semana por la Paz, la cual se lleva a cabo, la segunda semana de septiembre de cada año. Durante más de una década se ha motivado la participación de las comunidades, las organizaciones y las instituciones en un evento que se desarrolla a nivel nacional y que tiene como objetivo generar espacios de reflexión, debate e intervención para la construcción de una paz duradera en Colombia y en nuestra región. Este espacio ha contado con la participación de los sectores más representativos de la región, organizaciones sociales, grupos pastorales, empresarios, alcaldes, las instituciones educativas, las organizaciones sociales, la comunidad internacional, los trabajadores la ONGs, entre muchos otros.

Para el presente año en la Semana por la Paz proponemos un dialogo regional sobre el Desarrollo y la Paz a la luz las reflexiones de Pablo VI cuando nos dice que “El Desarrollo es el nuevo nombre de la Paz” en tanto “ …la paz no se reduce a una ausencia de guerra, fruto del equilibrio, siempre precario de las fuerzas. La Paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia más perfecta entre los hombres.”[1] Es decir la paz es una conquista de cada generación cuando es capaz, en el marco de la democracia, de realizar los acuerdos necesarios para que existan condiciones de equidad y de justicia para todos y cada uno de los miembros de las comunidades.

Sobre el desarrollo se puede afirmar que es mucho más que el crecimiento o caída de los ingresos de una comunidad específica, significa “ampliar las opciones que tienen las personas para llevar la vida que valoran, es decir, en aumentar el conjunto de cosas que las personas pueden ser y hacer en sus vidas”[2]. Es decir que el desarrollo humano refiere una fuerte relación con los Derechos Humanos en tanto se busca ampliar el concepto de libertad[3] y desde una perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia el Desarrollo integral “es el paso para cada uno y para todos, de condiciones de vida menos humanas, a condiciones más humanas”[4] es decir que los asuntos del desarrollo no están por fuera del ser humano sino que empiezan en él, se realizan con él y se construyen para él.

Ante los profundos cambios que atraviesa actualmente nuestra región como la transformación del conflicto y la disminución de su intensidad, la llegada de grandes megaproyectos como las microcentrales eléctricas, el distrito minero, la conexión vial aburra oriente (túnel de oriente), la creciente urbanización de la zona del altiplano y la deslocalización industrial de Medellín hacia el oriente cercano, la afectación de estos proyectos a la propiedad de la tierra y a la ampliación de la brecha de pobreza con los municipios del oriente lejano, entre muchos otros factores, hacen necesaria una reflexión profunda sobre el Desarrollo Humano Integral y la Paz sostenible para nuestra región, desde todos los actores sociales incluidas las comunidades, las ONGs, las Iglesias, los empresarios, los políticos, de tal forma que se construya una gran agenda regional de paz que vaya más allá de la Semana por la Paz y diseñe una ruta de trabajo conjunta entorno a la cual la región encuentre caminos de Desarrollo Integral y Paz sostenible.

Uno de los retos actuales para una agenda regional de paz es dar respuesta a las consecuencias del el conflicto social y armado en la región, con relación a los procesos de verdad, justicia y reparación para las víctimas de la guerra, para los más de 60.000 desplazados, para las familias de los 2539 N.N. y los 601 desaparecidos que dejó el conflicto. La región tiene el reto de acompañar los procesos de reparación integral a las víctimas de la guerra y alertar sobre las nuevas formas de conflicto que se dan en la región.[5]

Otro reto que tiene el Oriente para una agenda concertada es conocer los megaproyectos que se están implementando al rededor de los recursos naturales, su afectación a la propiedad de la tierra y el agua, sus riesgos entorno a la reconfiguración del territorio, para acompañar a las comunidades y las instituciones en procesos de concertación y negociación equitativos para que estas obras sean oportunidades y no riesgos para el futuro regional.

Solo si se construyen espacios de reflexión y acción conjunta en una gran agenda regional entorno al Desarrollo Humano Integral y la Paz sostenible se puede incidir para que los proyectos pensados desde fuera y desde dentro de la región sean posibilidades para mejorar las condiciones de las comunidades del territorio y dar pasos hacia el desarrollo humano integral.

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[1] Pablo VI. Carta Encíclica Populorum Pregressio. Nº 76. Pág. 55

[2] PNUD. ¿Que es el Desarrollo Humano?. En : http://www.pnud.org.co/sitio.shtml?apc=aAa020081--&volver=1

[3] PNUD ¿Que es el Desarrollo Humano? En: http://www.pnud.org.co/sitio.shtml?apc=aAa020081--&volver=1

[4] Pablo VI. Carta Encíclica. Populorum Progressio. 20, 21 Pág 18

[5] Unidad Móvil de DDHH Oriente Antioqueño. Informe sobre la situación de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario en el Oriente Antioqueño, Año 2008